Abrasivos, una industria innovadora y resiliente

Abrasivos, una industria innovadora y resiliente

Abrasivos, una industria innovadora y resiliente

Están entre los productos de mayor venta en las ferreterías.

Los abrasivos se encuentran entre los productos que más se venden en las ferreterías. Por su multiplicidad de usos (cortar, pulir, lijar, amolar y desbastar diferentes materiales) son demandados por diversas industrias: construcción, automotriz, maderera, mueblera, aeroespacial, petrolera y metalmecánica, entre otras. También son requeridos en los talleres de los maestros carpinteros, artesanos, ebanistas, pintores, herreros y mecánicos. Y en el hogar se ocupan algunos de ellos con regularidad.

Estos productos se emplean en trabajos específicos sobre distintas superficies para las que se desea cierto tipo de acabado, por ello, pueden requerirse abrasivos diferentes con el fin de obtener resultados óptimos. De ahí que los catálogos de los fabricantes sean sumamente extensos e introduzcan con frecuencia innovaciones enfocadas a responder a determinadas necesidades de sus clientes, además de garantizar durabilidad, seguridad y economía en su uso.

Pero ¿qué es un abrasivo? La RAE lo define como “un producto que sirve para desgastar o pulir, por fricción, sustancias duras como metales, vidrios, madera, etcétera”. Por el material con que son elaborados se clasifican en: a) Naturales: diamante (el mineral con más dureza de la naturaleza), granate, esmeril, arenisca y cuarzo o arena silícea. Cabe anotar que este último es uno de los más económicos, aunque también es uno de los que más estragos puede generar a la salud (riesgo de silicosis); y b) Sintéticos o artificiales, los cuales requieren para su elaboración de un proceso con materias primas y reactivos químicos que les otorga distintos grados de dureza, incluso mayor a la del diamante natural. Algunos de los materiales utilizados para su elaboración son el óxido de aluminio, carburo de silicio, nitruro de boro cúbico y diamante sintético, corindón de zirconio y corindón cerámico.

También están los abrasivos aglomerados fabricados con aglomerantes orgánicos o vitrificados. Entre las principales características de los segundos destaca que no se ven afectados por el agua, el ácido, aceites ni por las variaciones normales de temperatura. En el caso de los orgánicos, en su elaboración se utilizan polímeros orgánicos como aglomerante y se emplean en la fabricación de muelas y discos de corte para máquinas fijas o portátiles.

Los abrasivos de alto rendimiento están hechos de materiales sintéticos como arburo de silicio (ideales para trabajar titanio, vidrio, minerales, cerámica, porcelana y piedra); óxido de aluminio (corindón), utilizada para lijado intermedio y acabado; zirconio, para un lijado de alto rendimiento; y óxido de aluminio cerámico, un grano con forma geométrica que permite un corte más rápido.

El portafolio de abrasivos incluye productos como discos de corte y desbaste; abrasivos flexibles (discos de lámina, discos de fibra, bandas de lija, discos de lija con velcro, rollos de lija, pliegos de lija, discos unitized, etcétera); abrasivos aglomerados (muelas de óxido de aluminio y de rectificado de precisión con abrasivo cerámico de última generación, puntas montadas, piedras afiladoras, limas abrasivas y de precisión, copas y muelas orgánicas); sierras de cinta; muelas de caucho; cepillos de alambre y nailon; almohadillas; fresas rotativas y muchos más.

En el uso de productos abrasivos se utilizan máquinas como pulidoras, lijadoras de banda, amoladoras, esmeriladoras, ingleteadoras, sierras o discos de corte o desbaste. También pueden utilizarse de manera manual, como en el caso de las lijas.

¿Cómo elegir el abrasivo adecuado?

Para decidir cuál es el producto abrasivo adecuado en cada aplicación que se desee realizar se deben tener en cuenta los siguientes puntos:

  • El material que se va a rectificar (tipo y dureza).
  • La cantidad de material que se necesita eliminar.
  • La geometría de la pieza de trabajo y los acabados superficiales requeridos.
  • El tipo de máquina, fija o portátil, la potencia disponible y sus condiciones.
  • La velocidad y sistema de alimentación de la máquina.
  • El área de contacto del rectificado.
  • El fluido de rectificado (si la aplicación se realiza en húmedo o seco).
  • Las condiciones del trabajo de rectificado y sus tolerancias.
  • En el caso de rectificado con muelas de precisión, el método de reavivado.
  • Si el proceso mecánico se hace a través de amoladoras, sierras o taladros percutores.
  • En materiales suaves se usan abrasivos de grano grueso y los abrasivos de grano fino son ideales para materiales frágiles y quebradizos, así como para conseguir un acabado fino.
  • Para desbaste, rectificado, afilado y pulido, deben usarse abrasivos aglomerados. En trabajos para desbastar, lijar y pulir, es recomendable utilizar abrasivos recubiertos de grano mineral.

La sustentabilidad en la fabricación de abrasivos

La innovación en la industria de los abrasivos consiste en poner en el mercado materiales de mayor dureza y rendimiento, además de comercializar los que son menos dañinos a la salud y respetuosos con el medioambiente, incluso en lo que se refiere al tipo de energía que emplean en sus plantas; por ejemplo, el cambio del gasóleo por biomasa para lograr objetivos ambientales, energéticos y de sostenibilidad.

 

Blog extraido de: Abrasivos, una industria innovadora y resiliente (mundoferretero.com.mx)

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